
Zozobra ante un principio de incendio en el Hospital Blas L. Dubarry
El jefe de Gabinete municipal, Matías Dematei, tuvo un rol determinante para evitar que se produzcan víctimas fatales y daños mayores en el área de Salud Mental del nosocomio.
El lunes por la noche, Dematei, quien además de funcionario es colaborador del servicios de emergencias SAME, se encontraba circunstancialmente en el Dubarry cuando se desató un incendio a raíz de la quema de un cesto plástico grande que contenía ropa sucia, según consignó a Radio Meridiano el bombero ayudante mayor Pablo Marcori, que acudió al llamado de urgencia realizado por personas que se encontraban en el establecimiento.
El propio Dematei le relató a Meridiano cómo se dio todo: “El lunes a la noche me avisan que una persona conocida estaba en la guardia del Hospital con una rotura de cadera y que la iban a trasladar a la clínica, entonces me acerqué hasta ahí. Justo en ese momento me llaman del 147 para preguntarme si estaba en el Dubarry, porque habían recibido la denuncia de un principio de incendio en el área de Salud Mental. Hasta el momento yo no había visto ni escuchado nada; entonces subí a fijarme y veo el fuego y mucho humo detrás de la puerta de vidrio. Abrí la puerta a las patadas y empecé a sacar a la gente. Salieron todos de manera muy ordenada, y yo tomé el matafuegos, pero justo antes de accionarlo (yo nunca había usado un matafuegos antes) llegó otro compañero del SAME, de nombre Mauricio, que es bombero y se ocupó él de apagar las llamas”, comentó.
Marcori precisó luego que el principio de incendio se produjo cerca de las 23.30 hs. del lunes y que fue sofocado con dos extintores del área de Enfermería, por lo que una vez arribado al lugar el cuerpo de bomberos se ocupó de ventilar el sector (que cuenta con 12 camas) para sacar el denso humo que había ganado las habitaciones y los pasillos. “Era un humo muy negro”, confirmó Dematei. “Si me hubiese demorado un poco más, por el humo se habría dado una situación más complicada. Pudo haber sido una tragedia. Aunque llevaba puesto el barbijo, una señora me comentó que yo me saqué la remera para cubrirme la cara porque casi no se podía respirar; la verdad que no me acordaba de eso”, dijo el jefe de Gabinete. “Después me quedó un ardor en el pecho por el hollín que respiré”.
Aparentemente, la puerta que Dematei debió forzar sólo tiene apertura desde el lado de adentro y hasta su llegada nadie había atinado a desbloquearla. “Una mamá de una interna tranquilizó a la gente que íbamos sacando y después, hasta cerca de las 2 de la madrugada, los responsables del área estuvieron trabajando para reubicar a los internos”, amplió el funcionario. El origen del foco ígneo pudo haber sido una colilla de cigarrillo arrojada al cesto cuando todavía estaba encendida.