Una historia de nunca acabar: unos limpian, otros ensucian

Mientras continúan los trabajos de aseo de los muros de la Basílica Catedral que dan a la calle 27, algunos vándalos volvieron a realizar pintadas.

 

 

“No se puede creer”, lamentó Juan Carlos Schifini, a cargo de la unidad móvil de exteriores de Radio Meridiano, al constatar los daños de los que lo anotició un vecino de la zona. “Es increíble cómo han ensuciado nuevamente esta iglesia hermosa, histórica que tenemos los mercedinos”, señaló, al tiempo que destacó “lo que le cuesta a la gente que está ocupándose de esto poder borrar las pintadas”.

Una cuadrilla de cinco personas trabajaba esta mañana en el lugar con materiales especiales y agua a presión. Las inscripciones son mayormente garabatos y frases ininteligibles que fueron escritas incluso sobre la puerta del templo que da a la 27, sobre cuyo color dorado resaltan aún más los trazos realizados en otros colores. La cámara pública de seguridad más cercana al lugar de los daños está ubicada en el Teatro Argentino. No se pudo constatar si existen cámaras privadas que hayan podido captar a los vándalos que atentaron contra la Basílica.

En otro orden, Schifini alertó que, a plena luz del día, continuaban encendidos esta mañana dos reflectores muy importantes que iluminan el perfil de la Catedral sobre calle 27; “es una picardía que estén encendidos a pleno sol”, dijo.