Tras un calvario de 56 días, Juana Cángaro regresó al país

Junto a otras tres jugadoras de River Plate, la futbolista mercedina permaneció casi dos meses retenida por las autoridades brasileñas acusada de racismo.

 

 

 

Las deportistas, que inicialmente estuvieron detenidas durante una semana en la Penitenciaria de Santa Ana, en San Pablo (pasaron la Navidad presas), llegaron el viernes a nuestro país y ahora deberán enfrentar un arduo proceso judicial.

Si bien el equipo legal del club logró revertir el impedimento de abandonar Brasil, la situación judicial de Cángaro, Milagros Díaz, Candela Díaz y Camila Duarte no cambió y siguen siendo investigadas por el escandaloso partido disputado el 20 de diciembre contra Gremio por la Brasil Ladies Cup. Candela Díaz es la más complicada por, aparentemente, realizar gestos de mono destinados a sus rivales. En los otros tres casos la acusación es por agresiones verbales de tipo racista.

El club recogió el guante de los hechos acontecidos dentro del campo de juego y en su momento repudió la actitud de los jugadoras argentinas prometiendo medidas disciplinarias internas. Pero eso no le bajó el tono al conflicto judicial en un país que parece no estar dispuesto a dejar pasar este tipo de afrentas.

Por lo pronto, para abandonar el territorio brasileño las jugadoras debieron depositar el equivalente a más de cuatro millones de pesos (provistos por River Plate) que, eventualmente, podrían ser utilizados para indemnizar a las futbolistas agredidas. Además, debieron fijar residencia en un domicilio y comprometerse a no modificarla, y reportarse ante una autoridad policial una vez al mes.

A pesar de esta situación, el club no desafectará a las deportistas, que pronto se sumarán al plantel femenino que ya inició su participación en el campeonato de Primera División (el sábado empataron 2-2 el Superclásico ante Boca Juniors).