El regreso de Jairo y las anécdotas que lo unen a Mercedes

Antes de su presentación del viernes 12 en el Teatro Argentino, el gran artista cordobés conversó en exclusiva con Radio Meridiano sobre su vigencia de tantos años, el amor que le prodigan sus seguidores y su afición por la pintura.

 

 

 

Jairo vuelve a Mercedes para celebrar cincuenta años con la música. “Con el tiempo -contó- la propuesta de un artista varía mucho, el mayor inconveniente para una persona que tiene una trayectoria de muchos años es siempre dar con el repertorio, unir canciones que le den cierta coherencia a un espectáculo”.

A propósito de la celebración de sus Bodas de Oro con la canción comentó que, luego de la aparición de un primer volumen de duetos grabados junto a colegas famosos (Abel Pintos, Marcela Morello, Luciano Pereyra, León Gieco, Nahuel Pennisi, Lisandro Aristimuño, Elena Roger, Baglietto, Erica Sativa y Pedro Aznar, entre más), ya prepara una segunda parte de la que participan Sandra Mihanovich, Jorge Rojas, Silvio Rodríguez, Ricardo Mollo y otros.

En diálogo con Lucía Florella y Daniel Sousa, el artista recordó una visita anterior a nuestra ciudad cuando, mientras entonaba ‘Que nadie sepa mi sufrir’, se levantó de su butaca el autor de ese exitoso tema, nuestro convecino Angelito Cabral, y caminó hasta el escenario para estrecharlo en un abrazo. “Esa canción fue uno de los más grandes éxitos de Edith Piaf en una versión en francés que se llamó ‘La Foule’, que significa ‘La multitud’. Sabiendo que Angelito era de Mercedes me atreví a cantarla, sin saber que él estaba en la sala. Y por ahí veo a una persona que avanzaba por un pasillo hacia el escenario. Dejé de cantar cuando lo reconocí y cuando lo tuve enfrente seguí cantándosela a él. Fue algo muy bonito”, evocó.

“Recuerdo que en aquel momento estaba muy de moda una versión rumbera de ese tema, al estilo de los Gypsy Kings, que habían rebautizado ‘Amor de mis amores’, y le pregunté a Angelito que pensaba. El estaba contentísimo, era un éxito muy grande en Francia, ya estaba esperando un adelanto” (de los derechos de autor), compartió Jairo entre risas.

Sobre la relación con sus seguidores, el cantante mencionó que hay varios grupos de fans que constantemente le tributan su afecto. “Con todos me encuentro casi todos los años. En Buenos Aires hay al menos dos clubes muy grandes, y otro en Córdoba, pero el más grande de todos está en Francia. Es gente que reúne y va cimentando amistades. Lo que los une es mi música y eso hace que se creen lazos muy fuertes entre ellos”.

“A mí es algo que me encanta esa continuidad en el afecto. Son gente muy seguidora, que intercambian recortes, grabaciones. Yo a veces les aporto alguna perlita, alguna cosita rara que no conocen acá. Son muy generosos conmigo y eso habla de una comunión muy grande que ya sobrepasa la música”, valoró.

Antes de viajar a Mercedes, Jairo está pasando unos días en Villa María, Córdoba, disfrutando de su pasión por la pintura. “Practico un estilo figurativo, impresionista. En este momento estoy pintando la costanera del río, ya está casi terminado el cuadro. Va a quedar acá, reposando tranquilo. Vendré a buscarlo a principios de octubre para agregarlo a una muestra que todavía no tiene fecha. Quiero presentar quince cuadros nuevos, de los que ya tengo once. Seguramente comenzaremos en Rosario pero será una muestra itinerante”, adelantó.

¿Cuál diría que es el secreto de su permanencia de tantos años sobre los escenarios?, le preguntaron. A lo que Jairo respondió: “No creo que exista un secreto, es algo que depende de cada artista. Esta permanencia se logra a través de canciones, de mantenerse siempre activo, de estar presente en momentos clave de la gente. Y también depende mucho de la base que uno tenga, que se forma en los primeros diez o quince años de actividad. En la medida que eso haya sido interesante para la gente, ese camino se solidifica y hace una base para sostener el resto del camino”.

 

 

Fotos apertura y guitarra: Miriam Castellano.