Patricia Lucero, coordinadora de Abordaje Territorial de Adultos Mayores, contó que los primeros ocho llegaron al lugar el viernes a las 20.30 hs, y cerca del mediodía del lunes eran 62 las personas todavía alojadas. Once vecinos ya habían regresado a sus hogares y otros cinco estaban a punto de ingresar al albergue.
El agua bajaba muy lentamente y “va a llevar un tiempito más que toda esta gente pueda volver a sus casas”, estimó la funcionaria. La expectativa de las autoridades es que entre martes y miércoles todos los evacuados puedan retornar a sus viviendas.
El ingreso tardío de cinco personas este lunes respondió, según Lucero, “al cansancio después de varios días de convivir con el agua. Es gente que recién ahora decidió salir de sus casas, de la zona de 28 entre 65 y 67. Es que todavía tienen bastante cantidad de agua dentro de sus viviendas, les llega al nivel de la rodilla. Por el cansancio y el desgaste, hoy resolvieron venir para acá para estar un poco más secos y acompañados. De todos modos, estuvieron recibiendo asistencia mientras permanecían en sus hogares”, aclaró.
Un total de seis adultos mayores seguían alojados este mediodía en el ex Martín Rodríguez, en buen estado de salud. Al resto de la población de edad avanzada que pide ayuda “se la atiende primero en su lugar de residencia y si vemos que amerita el traslado y ellos quieren salir, los traemos para acá”, detalló Lucero.
La profesional destacó el trabajo conjunto que vienen realizando las áreas de Educación, Niñez, Adultos Mayores, Desarrollo de la Comunidad, Deporte y Salud, que aportó la presencia permanente de una enfermera y prioridad ante la necesidad de requerir la presencia del SAME. A los niños evacuados se los proveyó de delantales y útiles, y se los trasladó a sus escuelas para que mantengan la rutina acostumbrada. Las once personas que ya retornaron a sus casas habían llegado al centro de evacuación “asustadas porque se hacía de noche y tenían las viviendas rodeadas de agua. Pero al no tener agua dentro de las propiedades, y una vez que empezó a bajar el agua en las calles, decidieron regresar”.
“La gente se cansa de estar acá, es un desgaste”, analizó Lucero. “Hoy ya veían que el agua estaba bajando y se querían ir, pero justo se puso más frío, por eso mantenemos este lugar abierto. De todos modos, el pico de la situación ya pasó”.
En el ex Martín Rodríguez (Av. 2 y 7), al igual que en el Instituto Unzué (Av. 47 y 26), se siguen recibiendo donaciones de 8 a 18 hs. Necesitan ropa de todos los talles, calzado, agua potable y artículos de limpieza. Entre los evacuados, el rango etario es amplio: va de un bebé de trece días de vida a un adulto de 73 años. El pediatra y secretario de Salud municipal, Néstor Pisapia, en persona, se acercó a revisar a la criatura evacuada.
Norma, una vecina de la zona de 26 y 61, que este lunes permanecía alojada en el ex Martín Rodríguez, contó que llegó hasta ahí el sábado a la mañana cuando el agua alcanzó la altura de su vereda. “En mi barrio hay gente que se quedó, pero la verdad es que se puso bravo. Todavía no tenemos luz y yo necesito hacerme nebulizaciones, entonces estoy esperando a ver cómo evoluciona todo”. En la última inundación, recordó Norma, le entraron treinta centímetros de agua a su vivienda. Esta vez zafó. Fue evacuada junto con su marido y su perro.
Según la vecina, “el río está bajando muy lento. El domingo retrocedió pero al rato volvió a subir porque viene el agua de los campos. Estando en mi casa me empecé a poner mal cuando veía pasar a la gente que venía del fondo, de la zona de la Cruz de Palo”, confesó. En el centro de evacuación la trataron bien, “me contuvieron, son todos un amor. Eso lo agradezco mucho”.
El lugar donde fueron alojados los evacuados se encuentra ubicado frente al gran escenario que supo recibir a tantos artistas en su visita a Mercedes, al lado del sector deportivo.