Artista plástico, ilustrador y caricaturista con una trayectoria de más de treinta años, Mauro Parodi regresó a nuestra ciudad por unos días y dialogó con Radio Meridiano.
En 2006 y 2010, Parodi expuso sus caricaturas de personalidades locales en el recinto del Concejo Deliberante, donde pudo verse su particular mirada de los concejales y funcionarios de la época. Ha dibujado también a Alberto Florella y Mario Oscar Mango, dos referentes de la comunicación radial en Mercedes.
“Yo siempre supe que me gustaba pintar y dibujar. En tercer o cuarto grado iba a la antigua Escuela 9, en la 11 y 104, y había una maestra llamada Haydée que siempre dibujaba y pintaba en las paredes. Yo sentía una gran atracción por su trabajo. Y desde ahí me dediqué a esto, estudié, viajé, conocí y nunca viví de otra cosa”, contó Parodi en diálogo con Lucía Florella.
Reconoce a la Escuela de Arte de Mercedes como uno de los pilares de su formación en la primera mitad de los años ’90. “Con maestros y profesores que venían de Luján y de los que guardo un recuerdo muy lindo”, agregó. Comenzó a viajar a la costa atlántica, donde se dedicaba a hacer reproducciones de obras de arte conocidas, en tiza. Viajó también a Brasil haciendo caricaturas, “y ahí me di cuenta que podía vivir de esto”.
En Europa, siendo muy joven, sorprendió con sus trabajos en Florencia, Roma y otras ciudades. Se instaló finalmente en Cataluña, donde desde 1997 a 2000 se dedicó al diseño de bijouterie y a la escultura. “Yo no sabía inglés porque acá, después de la guerra de Malvinas, todo lo que tenía que ver con el inglés casi que no se podía aprender. Entonces España y Italia eran los dos lugares donde me podía manejar mejor. Empecé a hacer temporadas allá, alternando con Villa Gesell”.
Fue en el local que montó en Gesell que conoció a una española, se enamoró y decidieron radicarse allá. Viajaron hacía el Viejo Continente cuando su hijo León tenía siete meses de vida. Hace diez años que viven en Granada.
De Mercedes recuerda, sobre todo, “a los miles de alumnos que pasaron por mi atelier. Me gustó dejarles lo poco que sé sobre el arte de la caricatura para que puedan desarrollarlo”, mencionó.
Sobre el abecé de la caricatura, Parodi contó que, “aunque todos somos bastante parecidos, tenemos alguna característica que resalta. La frente más chica, la nariz más grande, el mentón más marcado…Es eso lo que observo, y la expresión de la mirada, la sonrisa. Hay que ponerle mucho énfasis a la expresión”.
Con todo, Parodi reconoció que “no hay que caer en lo grotesco, no mandar al ‘cliente’ al psicólogo (risas), sino que tiene que ser algo simpático, no agresivo”.
En los niños, la mayor complejidad está dada porque “tienen pocos rasgos para resaltar. No es tan fácil como en un adulto mayor”. El año pasado expuso en una galería de Londres y tuvo la oportunidad de participar en el programa del famoso cocinero Gordon Ramsay en la BBC. “Fue un impulso grande para mi trabajo”.
De los personajes mercedinos recuerda especialmente la caricatura que le dedicó al exintendente Julio César Gioscio. “Tenía tantas características para resaltar…”, bromeó.
Además de hacer caricaturas y retratos, Parodi se dedicó en algún momento al humor político. “Tiene algo bueno que es expresar lo que uno siente, la línea política que uno tiene, pero con los años me di cuenta que me ganaba muchos enemigos de esa forma. Entonces hoy no lo mezclo. Prefiero y disfruto más de hacer sonreír a la persona con mi trabajo”.
En Mercedes no tiene actividades previstas para los próximos días. “Durante el año dibujo mucho, entonces ahora estoy disfrutando mucho del descanso”, confesó. De León, su hijo, contó que “ya dibuja, es muy creativo, pero lo que más ama es el fútbol. El hecho de haber ganado el Mundial fue un impulso enorme para él”.
Parodi, de 54 años, se crió, sobre todo, en la zona del Molino Cores. Es hijo del ‘Bocha’ Parodi y Norma Recalde. “Recuerdo todas mis etapas en Mercedes, siempre hago un repaso para no olvidarme. Pero lo que más recuerdo es mi etapa de los diez años, los amigos, los juegos. Esa forma de vivir sin preocupaciones”.